Cómo elegir adecuadamente los beneficiarios de un seguro de vida

¿Quieres contratar una póliza de vida? Si es así, además de comparar distintas opciones, una de las cuestiones más importantes será decidir quiénes serán tus beneficiarios. Estas serán las personas que, tras tu fallecimiento, podrán cobrar la suma asegurada. En este nuevo artículo te compartimos algunas recomendaciones para elegir, de manera adecuada, a los beneficiarios de tu seguro de vida.

 

¿Quiénes son los beneficiarios de un seguro de vida?

Independientemente de la modalidad de seguro de vida contratada, todas tienen algo en común: el pago de una indemnización cuando ocurra uno de los siniestros estipulados en la póliza (fallecimiento, invalidez, enfermedad grave, etc.). Las personas que recibirán esta prestación se conocen como “beneficiarios”.

En otras palabras, un beneficiario es la persona o personas que tienen derecho a recibir la indemnización prevista en las condiciones generales de la póliza de vida. Quien los designa es el tomador del seguro, quien habitualmente lo hace en función de los lazos de parentesco (hijos, cónyuge, hermanos, descendientes…). Sin embargo, que exista un grado de familiaridad no es obligatorio a la hora de elegir a los beneficiarios.

Consejos para la designación de los beneficiarios de un seguro de vida

Ahora que ya sabes quiénes son los beneficiarios de un seguro de vida, te dejamos algunos consejos para designarlos sin problemas.

Expresa claramente quiénes serán tus beneficiarios

Ser transparente, claro y sincero es la mejor forma de evitar tensiones entre los sucesores. Además, será una buena manera de simplificar los trámites para los beneficiarios, cuando necesiten demostrar a la aseguradora que tienen derecho a cobrar la indemnización.

Elige a más de un beneficiario

Esta es una recomendación por si acaso el beneficiario y el tomador del seguro fallecen al mismo tiempo. Por lo tanto, es conveniente que existan beneficiarios secundarios y terciarios. Vamos a ver a qué nos referimos con cada uno de ellos.

Los secundarios recibirán la indemnización en caso de que el beneficiario primario no pueda cobrar la indemnización. También se les conoce como beneficiarios de segunda línea.

Por otro lado, tenemos a los beneficiarios terciarios, quienes, en casos extraordinarios, podrán recibir la indemnización si tanto el beneficiario primario como el secundario fallecen.

Toma precauciones si el beneficiario es un menor de edad

En ocasiones, contratar una póliza de vida se hace para que los hijos no queden desprotegidos y tengan cubiertos ciertos gastos. Sin embargo, un menor de edad no puede cobrar directamente la indemnización de un seguro de vida. Por eso, lo recomendable es dejar el dinero a cargo de un fondo de fideicomiso y que sea el gestor quien lo entregue.

En caso contrario, será el tribunal quien se encargue de nombrar a un gestor, cuestión que podría tardar y retrasar de manera importante la entrega del dinero.

Usa un lenguaje adecuado

Hablar de “descendientes” o “herederos” puede ser una forma muy amplia de designar a los beneficiarios. Por eso, hay que asegurarse de ser muy específico y nombrarlos con nombre y apellido. Asimismo, conviene que también se detalle el porcentaje de indemnización al que cada uno tiene derecho.

Estudia la situación económica de tus beneficiarios

Es importante valorar si los familiares pudieran tener problemas económicos en el futuro. Si los seres queridos ya cuentan con cierto patrimonio para hacer frente a posibles dificultades, quizás sea interesante destinar el dinero a instituciones u organizaciones sin ánimo de lucro.

Revisa periódicamente tu póliza de seguro

Siempre que no se haya designado a un beneficiario irrevocable, será posible cambiar los beneficiarios en cualquier momento mientras la póliza esté vigente. Puede que se necesite incluir a un hijo que acaba de nacer o que, tras una separación, se excluya a la expareja como beneficiaria de la póliza. El tomador del seguro siempre es libre de hacer modificaciones.

Asimismo, en el caso de que el asegurado fallezca sin haber nombrado a sus beneficiarios, el reparto de la indemnización se hará entre los descendientes o familiares directos que figuren en el testamento. La distribución del dinero se hará de manera equitativa.

Alrededor de la designación de los beneficiarios de un seguro de vida existen muchas dudas. Si tienes preguntas sobre cómo contratar el mejor seguro de vida, contacta con nuestros asesores expertos y decide si este es el producto que más te conviene a ti y a tus seres queridos.

 

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